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Pero existe una fórmula para saber si se está bien o si se cae en la obesidad, el sobrepeso o la delgadez extrema.
La Organización Mundial de la Salud ha propuesto un índice para determinar estas situaciones. Se trata de Indice de Masa Corporal.
Multiplique lo que mide en metros y centímetros por sí misma, es decir, elévela al cuadrado. Luego, debe dividir los kilos por la cifra resultante anterior.
Ejemplo: si mide 1,65 m y pesa 52 kilos
- Debe multiplicar 1,65 por 1,65 = 2, 72 m2
- Ahora debe dividir 52 por 2,72 = 19,11
- El Índice de Masa Corporal es 19,11. Esto quiere decir que su peso está bien.
Según los expertos:
- 30 o más: indica obesidad
- 25 a 29: indica sobrepeso
- 19 a 24: indica normal
- Menos de 18: delgadez extrema
Suele ocurrir que estaturas y contexturas similares a veces pesan diferente. Esto es un asunto de densidad muscular u ósea. Es decir, hay personas cuyos músculos y huesos pesan más y, sin embargo, no están gordas. Les sucede mucho a los deportistas.
Asunto de contextura
Se habla de tres constituciones corporales y el peso de ellas puede ser perfectamente diferente porque en cada una masa muscular, masa adiposa y esqueleto se reparten de modo distinto también.
Estas son las características:
- Longilínea: la sensación óptica es de ser estrecho y alargado. La estatura es superior a la envergadura de los brazos; las piernas son largas y la musculatura y el tronco son muy finos.
- Normilínea: corresponde al desarrollo armónico de todos los órganos, con miembros bien formados y musculatura media. La estatura corresponde a la abertura máxima de los brazos.
- Brevilínea: son personas con las formas cuadradas, con tendencia a la obesidad y una estatura relativamente baja. La musculatura está bastante desarrollada y la fortaleza corporal es evidente a simple vista.
Los objetivos de las recomendaciones son mantener el peso correcto y evitar enfermedades relacionadas con una incorrecta alimentación, como el aumento de colesterol, de los triglicéridos o de la presión arterial, entre otras. Las indicaciones están dirigidas a personas adultas y sanas.
a) Por grupos:
Cereales y derivados (pan, arroz o pasta) y patatas: se pueden consumir diariamente y aportan HC complejos.
Verduras, hortalizas y frutas: se recomiendan de cinco a siete raciones diarias.
Leche y derivados: una o dos raciones diarias son suficientes, exceptuando etapas especiales, como las del desarrollo puberal, el embarazo o la lactancia.
Legumbres: un consumo de una o dos raciones por semana es correcto, aunque puede aumentarse si se desea.
Huevos: los huevos aportan proteínas de alta calidad, con una buena relación calidad/precio. Su consumo debe estar limitado en las personas que presenten hipercolesterolemia; en estos casos es recomendable no sobrepasar los 2-4 a la semana.
Pescado, pollo y carnes magras: se recomiendan de tres a cinco raciones de pescado a la semana, y de cuatro a seis entre pollo y carne magra.
Carnes grasas y derivados: dos o tres raciones por semana, aunque no son imprescindibles y pueden ser sustituidas por alimentos del grupo anterior.
Aceite: el más recomendable es el de oliva. Las personas con exceso de peso deben moderar su consumo.
Pastelería, bollería y heladería: por su alto contenido en grasa animal y azúcares simples, es recomendable restringir la ingesta.
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